Apóstol San Pablo
Nació
hacia el año 1, en la ciudad de Tarso, procedente de una familia judía. Es
decir, unos años más joven que Jesús. En la ciudad de Tarso, en el sureste de
la actual Turquía, entonces una provincia más del gran Imperio Romano. De una
familia judía que, como tantas otras, vivía fuera de Palestina (había entonces
más judíos dispersos, en la diáspora, que en su patria Israel).
Pablo
era su nombre romano, como judío tenía el de Saulo o Saúl. Era un hombre de
ciudad, con un cierto nivel cultural, impregnado por la cultura helenista y
profundamente judío por origen familiar y por convicción religiosa. Su familia
tenía probablemente la categoría política de ser “ciudadanos romanos” (lo que
concedía algunos privilegios) pero que de hecho se ganaban la vida como
artesanos, tejiendo tiendas.
Junto a
sus cartas, tenemos lo que sobre Pablo nos dice extensamente el libro de los
Hechos de los apóstoles, atribuido a San Lucas (como una segunda parte de su
evangelio). Desde nuestra perspectiva, es como una «historia» de Paz.
Pablo
con arrojo y libertad tradujo y formuló lo que significaba la fe en Jesucristo,
y gracias a él se difundió entre los hombres y mujeres de la cultura urbana,
griega, de las ciudades del Mediterráneo oriental la vivencia de Jesucristo
resucitado. Pablo no conoció nunca a Jesús, pero fue el máximo predicador. Fue
el que más se dio cuenta y llevó a las últimas consecuencias que la Buena
Noticia de Jesús no podía quedar recluida en los moldes religiosos y culturales
del pueblo judío sino que debía ser anunciada con libertad y de manera
comprensible a todas las gentes, por eso Pablo es llamado «el apóstol de los
gentiles», es decir, los no judíos.
Tradición de la venida de San Pablo
A partir de la Carta a los Romanos 15, 24 y 28, nace
una tradición atendible según la cual San Pablo visitó Hispania. La misma
tradición relaciona esta visita con Tarragona. Tarraco era, entonces, capital
de la Hispania Citerior. Popularmente se relaciona esta venida con una piedra
situada en el fundamento y al lado de la capilla de San Pablo desde donde el
Apóstol habría predicado.
La Capilla de San Pablo
La capilla de San Pablo recuerda la antigua tradición
medieval de la venida del apóstol de los gentiles en la ciudad de Tarraco. La
piedra sobre la que, durante el siglo XIII, se construyó evoca también la
firmeza de Cristo, la roca sobre la que se edifica nuestra fe. La Iglesia que
peregrina en Tarragona se fundamenta en la predicación apostólica y arraiga en
el testimonio martirial de San Fructuoso, obispo, y san Augurio y san Eulogio,
diáconos.
La Capilla de San Pablo: Historia y arte
La capilla de San
Pablo fue construida durante las primeras décadas del siglo XIII, en la misma
época en la que tenía lugar el traslado del culto entre la antigua catedral y
la nueva, durante los pontificados de Ramón de Castelltersol y Espárrago de la
Barca. Los herederos del pavorde, Ferrer Iris, primer obispo de Valencia, que
yendo al concilio provincial fue capturado y asesinado por los sarracenos el 30
de abril de 1233, fundaron una comensal bajo la advocación de San Pablo,
estableciendo como obligación del presbítero que la obtuviera cantar las horas
canónicas con los canónigos enfermos y celebrar la eucaristía. Así, pues, la
capilla se convirtió en el oratorio de la enfermería canonical.
Se trata de un edificio de transición del románico al
gótico que guarda grandes semejanzas con la capilla de Santa Tecla la vieja y
algunos sectores de la catedral. De planta rectangular con puerta adintelada,
óculo y espadaña. El interior muestra arcos góticos y los ventanales laterales.
La trama urbana
Parece que la iglesia de San Pablo fue construida al
lado de la casa del canónigo enfermero de la catedral de Tarragona. Una
fotografía de finales del siglo XIX así lo demuestra. Antes de la construcción
del nuevo Seminario sólo se podía contemplar su fachada, ya que las dos casas
que tenía adosadas ocultaban las partes restantes. Por otra parte, una puerta
tapiada en el lado derecho, cerca de la cabecera, nos recuerda la existencia de
una antigua sacristía, aunque no sabemos si esta dependencia se encontraba
ubicada dentro de la casa del canónigo enfermero.
La capilla de San Pablo: construcción del «nuevo
seminario»
Alrededor de la capilla en época medieval y moderna se
levantó un barrio que con sus calles y edificios se derrumbó para dejar paso al
Seminario a finales de siglo XIX.
Para salvaguardar la capilla en 1880 cuando se
concretó el proyecto de construcción del seminario entre el palacio arzobispal
y la iglesia de la Enseñanza, la Comisión de Monumentos de Tarragona pidió que
se respetaran las iglesias de San Pablo y Santa Tecla la Vieja.
A partir de 1882 tuvo lugar el derribo de casas para
construir el seminario y en 1883 cuando el Ayuntamiento aprobó la construcción
del nuevo edificio aún no se contemplaba la conservación de la capilla de San
Pablo. Finalmente el proyecto se reformuló y se logró integrar de una manera
magistral la capilla en uno de los claustros del nuevo edificio. Las obras
acabaron en 1887 y el 23 de junio de 1888 se inauguraba el nuevo seminario con
la capilla enmarcada por una nueva arquitectura.
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