La iglesia de Sant Llorenç está en la Plaça de la Pagesia en la Parte Alta de la ciudad de Tarragona. Se trata de un edificio con interés histórico y arquitectónico. Es el único templo plenamente gótico que se conserva en la ciudad.
En el lugar donde se encuentra, originalmente había una iglesia románica, ya documentada en el siglo XII. El templo apareció citado en una querella entre el Arzobispo Ramón de Rocabertí en litigio con los Sacristanes Mayores de la ciudad en el año 1199. De esta querella podemos deducir que esta zona ya estaba relativamente urbanizada a fines del siglo XII.
La estructura gótica del edificio actual responde a la transformación del año 1362, aunque también ha tenido sucesivas reformas. Se reconstruyó en el siglo XVI por el arquitecto Pere Blai. Fue reformada en 1802 por la visita del Rey Carlos IV. Sufrió grandes desperfectos en la Guerra de la Independencia y fue restaurada posteriormente. Quemada en la Guerra Civil Española, se rehabilitó en 1940. En 1990 fue restaurado el tejado.
La fachada tiene umbral de piedra y una puerta de madera procedente del antiguo Cuartel del Carro que se encontraba donde ahora está el parquin Jaume I. Encima de esta puerta encontramos un rosetón bajo la vertiente a dos aguas y cruz en el vértice. En la parte que da al Carrer Sant Llorenç (izquierda) está la antigua puerta lateral, la utilizada hasta la reforma de Jujol, ahora tapiada, encima un pequeño rosetón de ocho brazos y arriba la espadaña. En el lado opuesto también hay una puerta cegada con dintel y frontón triangular, dos ventanas ojivales y una rectangular.
Se trata de un templo de planta cuadrada divida en cuatro
partes por tres arcos diafragma que sujetan un tejado de madera a dos aguas. Las
cuatro capillas del lado de la epístola son góticas y las demás modernas. Las primeras albergan los pasos de Semana Santa de esta iglesia, Santo Sepulcro (1942) y La Piedad (1943).
La Capilla del Santo Sepulcro está cubierta por una bóveda de
crucería y tiene una ventana con calado trilobulado
En el interior podemos admirar el retablo de Santa Magdalena del año 1499 proveniente del desaparecido templo que tenía a las orillas del Francolí la citada santa.
El edificio actualmente pertenece al Gremio de Payeses de Sant Llorenç i Sant Isidre. Josep María Jujol estaba vinculado familiarmente a esta Cofradía. Diseñó el Altar de la iglesia y participó en la realización de los pendones y
las carrozas de sus pasos de Semana Santa y en las banderas y medallones del
gremio, incluso solicitó al escultor del paso La Piedad, Josep Maria Martisella, que le pusiera a la Virgen el rostro de su
esposa, Teresa Gibert. También hizo la reforma del año 1940.
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